miércoles, 9 de mayo de 2012

El matrimonio, el amor y el sexo hasta el siglo XIX

Me gustaría escribir algo sobre esto en relación a Jane Eyre y como entiende el amor y el matrimonio de manera diferente al resto de las mujeres y hombres, aún perteneciendo ya a la época victoriana que, según los sociólogos y antropólogos, es un momento en la historia de la sociedad bastante importante, ya que sus "costumbres" han llegado, por ejemplo en España, hasta bien entrada la Democracia.

Según lo poco que he podido investigar sobre el tema... hasta el siglo XIX sólo se casaban legalmente las personas que tenían patrimonio, de ahí la palabra matrimonio... es decir, es como si el hombre ofreciera el patrimonio y la mujer el matrimonio. Los matrimonios no eran más que contratos mercantiles de colaboración entre varios patrimonios o entre un patrimonio y una dote.

Como podemos ver en esta pintura flamenca donde se recrea un acto de matrimonio: El matrimonio Arnolfini de Van Eyck (pintura renacentista, siglo XVI).


El amor y el sexo eran asuntos de amantes, sólo en las relaciones adúlteras y para los campesinos y artesanos liberados del señor feudal, ya que los siervos no libres que vivían bajo las tierras de un Señor, tenían que casarse simplemente por el hecho de que para el Señor era una ventaja mantener los nexos de unión entre sus siervos para que no sintieran la necesidad de huir y sentirse "en familia", además del privilegio de la primera noche, la noche de bodas, que la pasaba el Señor con la chavalita de turno que le tocase casarse.

No existía contrato de matrimonio sin patrimonio, por tanto, los pobres se "arrejuntaban".


Llegado el siglo XVIII, y sobre todo en el caso de chicas cultas que leían novelas sentimentales, hubo un problemita para esos padres que querían "casar bien a la niña", porque la niña pasaba de casarse con un hombre viejo aunque fuera rico, quería estar enamorada. De ahí la obra literaria "El sí de las niñas" de Moratín.


Ya en el siglo XIX, aunque la mujer siempre quedaba bajo el yugo del marido, aunque fuese pobre, ya que las tendencias ilustradas vieron que era conveniente que los pobres también pasaran por el altar, el amor y el sexo era sólo cosa de pobres o de adúlteros.


Por tanto, en el caso de Jane Eyre, vemos que a pesar de la época en la que estaba escrita, era una mujer (tanto la autora como su alterego Jane Eyre) que no quería ceñirse a la norma, pero sin embargo tampoco ser una libertina, porque para bien o para mal seguía siendo anglicana, cristiana y moralista.



En definitiva, siempre las mujeres han salido perdiendo.

2 comentarios:

  1. Tienes toda la razón!!! Me ha encantado tu entrada!!! Menos mal qye hemos evolucionado en ese sentido, peo aún así todavía hay mujeres en el mundo que no tienen más remedio que contentarse con lo arreglado por la familia y no pueden elegir a la persona con la que pasar el resto de sus días o estar soltera simplemente. Todavía hay que luchar mucho!!!!!

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  2. WOW, esta super interesante y con muy buena informacion me encanto...

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